LA CUEVA DEL MILODÓN
Hogar del antiguo perezoso (Mylodon Darwini) y muchos otros animales como el diente de sable, felinos más pequeños, pequeños caballos que vivieron juntos hace unos 11.000 años.
La gran cueva
Cueva Grande, la cueva más grande de la zona, mide más de 200 metros de profundidad, 80 metros de ancho y 30 metros de alto, lo que la convierte en una vista impresionante desde lejos. Bautizada en honor al milodón, un perezoso gigante prehistórico, llamó la atención cuando el explorador Hermann Eberhard descubrió un trozo de pelo bien conservado, lo que lo llevó a creer que la criatura aún podría existir. Los análisis modernos muestran que el pelo data de hace entre 10.200 y 13.560 años. Los visitantes pueden caminar por la cueva y presenciar los descubrimientos arqueológicos en curso sobre los primeros humanos y animales. Si bien una visita rápida puede llevar solo entre 10 y 15 minutos, contar con un guía experto puede enriquecer la experiencia con historias fascinantes.
La cueva del medio
La Cueva del Medio es la segunda cueva más grande de la región. La evidencia arqueológica sugiere que los primeros humanos se refugiaron aquí hace más de 11.000 años. Las excavaciones recientes también han descubierto restos de animales extintos que utilizaron la cueva hace unos 14.000 años. Si bien la cueva puede no parecer extraordinaria a primera vista, es fascinante considerar por qué las personas eligieron este lugar para refugiarse y cómo era la vida en la Patagonia durante un período tan duro y gélido. ¡Es difícil imaginar cómo lograron sobrevivir!
La pequeña cueva
Una de las cuevas más chulas. Si tienes espíritu aventurero, te encantará explorarla. Aunque es la cueva más pequeña, puedes adentrarte en ella más a fondo, donde es imprescindible llevar una linterna. El suelo puede ser resbaladizo, por lo que es imprescindible llevar calzado resistente para exteriores. Ten cuidado con la cabeza, hay estalactitas impresionantes colgando desde arriba. ¡Curiosamente, en esta cueva se han descubierto restos de tigres dientes de sable!